conclusion en lo unico ke me gastaria yo mas de 2000 pavos seria en un rick como dios manda pero en lo demas esta todo demasiado inchado en cuanto a precios.
Voy a citar algo que he leido en otro foro sobre los Rickenbacker de un entendido de ellos (la negrita es mía):
farosenlaniebla escribió:
El diseño del 4003 (o del 4001 según la época) es demasiado complicado y pretencioso, y por esa razón se cometieron algunos fallos que la marca no ha querido arreglar debido a su excesivo recelo tradicional.
Los Fender son más simples que un Seat Panda, y donde no hay complicación, pocas posibilidades hay de error. Lo bueno es que esa simplicidad es tan efectiva como espartana, y eso los hace imperecederos.
El Ric adolece de un mal concepto inicial que lo convierte en un bajo "difícil", y no lo digo con ironía dando a entender que solo unos pocos le sacan partido, sino que me refiero a que el Ric no es un bajo que se deje tocar fácilmente, y es necesario trabajarlo mucho para saber que puedes esperar.
Esto no lo digo con orgullo, para nada. Como seguidor incondicional de la marca, no me gusta ver que se trata de un bajo tan difícil, y creo que Rickenbacker haría bien en dejar de ser tan herméticos y abrir una ventana a nuevos conceptos de producción de algunos elementos.
Para empezar, la pastilla del mástil entrega poca señal por culpa de su posición.
No es que la pastilla sea mala, pues son pastillas que trabajan a 10 Ohms, pero tienen el problema de que por el diseño de sus montantes, no pueden subirse según la necesidad.
El marco metálico no es lo bastante alto, y por debajo tienen unos tornillos que impiden subirla unos milímetros más, lo cual se traduciría en un aumento de la señal.
Existen algunos trucos para mejorar eso, y con un poco de maña la cosa mejora considerablemente, pero podían pensarlo un poco más y dejar de ser tan ahorradores utilizando el mismo tipo de marco para bajos y guitarras, cuando las necesidades son diferentes.
Otro punto que está mal diseñado es la pieza del puente.
Toda esa pieza es esencial en la imagen del bajo, pero está mal concebida y peor fabricada.
Esa pieza esta producida en zamac, que es una aleación muy pobre y más vieja que el betún. Supongo que la razón es el precio, pues se trata de un bloque de fundición que se lleva bastante material, y el zamac es barato. Pero, sinceramente, es un trasto. Al cabo de los años se dobla monstruosamente debido a la tensión de las cuerdas, y su respuesta mecánica es muy deficiente.
Lo ideal sería fabricar estos cordales en latón, o mejor en bronce. Serian carisimos, pero durarían toda la vida.
Los hipshot son perfectos, pero por desgracia no consiguieron la licencia de Rickenbacker para fabricarlos iguales a los originales, y el bajo pierde encanto al cambiarle la pieza.
Lástima
El puente en sí es de lo peor que existe para ajustar. Las selletas son de una aleación de plomo espantosa, y los tornillos para quintar son inaccesibles con el puente colocado.
Para quintar hay que sacar el puente, mover las selletas y volver a colocarlo. Una operación bastante engorrosa.
Esto también podrían resolverlo fácilmente, y en mi taller he realizado selletas de latón que funcionan de maravilla. Incluso los puentes clónicos ( no originales) tienen unas selletas mejores que las originales.
Otro punto negativo es el sistema del cubrepastilla. Esto de que sea necesario desmontar toda la caja de la pastilla para sacarlo, quedando después el hueco feo y antiestético abierto, no me parece que sea una solución digna de un instrumento de este precio.
Otro detalle. Los potenciómetros que llevan de serie son de 330K, cuendo las mejores respuestas se obtienen cambiando por 500K en tono y 250K en volumen. Esto lo sabemos todos los técnicos de la marca, pero Rickenbacker decidió hacerlo así y nadie acaba de entender la razón.
Las pastillas. Son muy buenas las que trae de serie, y determinan el sonido de la marca, pero Rickenbacker haría bien planteándose la posibilidad de ofrecer decenas de variaciones de estas pastillas, y licenciando alternativas a otras marcas. Al no ser así, el bajo se queda encasillado en un sonido imposible de variar.
Quizás sea una decisión fiel a la esencia de la marca, pero una mala estrategia comercial, a mi parecer.
Por ultimo, el mástil no se deja ajustar tan bajo como un Fender. Esto es una condición inevitable propia del diseño del bajo, pero hay gente a la que esto no le gusta nada. Sobre todo en estos tiempos, donde se buscan acciones tan bajas que los bajos acaban pareciendo guitarras.
No es en sí un problema, pero para algunos es un inconveniente.
En definitiva, Fender responde mejor porque esos bajos son como un mecano. Cambias aquí, mueves allá, modificas acullá y todo resuelto.
Hay tantos Fender como gustos tienen los usuarios.
Rickenbacker, en cambio, es como un niño mimado. O es así o de ninguna otra forma. Cambiar las cosas significa un proceso, y el bajo no se deja arreglar demasiado por manos inexpertas.
Es lo que hay. O te gusta, o no te gusta, pero si quieres un bajo pura sangre al que tengas que domar, el 4003 es tu elección.
Después de leer esto decir que estos instrumentos no tienen el precio hinchado por la marca... otra cosa es que a pesar de sus carencias te gusten más o menos.