
Total, que la cuerda Mi (la más gorda), estaba un pelín aguda (según la aguja del afinador), con lo cual debes "aflojar" la clavija un poco. Se queda clavada la afinación, pero... (aquí viene la ¿manía?) inmediatamente la he aflojado un poco más y luego la he vuelto a afinar APRETANDO la clavija.
Entonces he caído en la cuenta de que SIEMPRE afino apretando la clavija, y si me paso de agudo, vuelvo a aflojar dejándola grave, y vuelta a apretar para que se quede afinado, pues si no es así "creo" que se me desafinará antes.
¿Es una manía que tengo o alguien hace lo mismo?
