Hace no mucho, una de las hijas de Malospelos dio toda una lección con esta frase (no es literal):
"El bajo es parecido a la guitarra, pero más guay".
Este fin de semana, a la mía mayor, que está aprendiendo guitarra, le ha dado por coger el bajo (y repetir mil veces "qué bonito es tu bajo", "quién te lo ha comprado", "tienes el bajo más bonito del universo", etc.).
Esta mañana, mientras lo tocaba con púa (están las dos flipadas con el portapúas que puse en la correa; "es... PERFECTO", "tus púas son preciosas", etc.), me dice:
"Entonces, ¿el bajo sirve para dar ritmillo a las orquestas?".
Joder, lo ha clavado. Y no le había dicho nada de nada. Solo le había explicado que el bajo no suele oírse mucho, pero que las canciones se desinflan cuando no está. Me ha salido Krameriana.



Me ha hecho mucha gracia que la niña gravite sin decirle nada a los intervalos de quinta y cuarta justa, tocando a su bola sin decirle nada.
Son fotos de dos días distintos. Obsérvese la simetría.




