
el puto trabajo me mantiene contra las cuerdas dejandome más seco que un pellejo de siluro bien curtido y calculo que irá a peor hasta más o menos principios del año que viene.
mientras tanto los pocos ratos que quedan intento recuperar un poco de paz espiritual corriendo un poquito y viendo cosas como esta...

o pasando ratillos con la familia, como en este museo de la música en la que el chavalín se divirtió con un arpa de verdad...

o vi un extraño bajo que no conocía


en fin, entraré lo que pueda sin agobios.
SALUDETES A LOS NUEVOS Y BIENVENIDOS!!!