
Bueno amigos os presento el segundo bajo que me he hecho. Se llama el bajo Pata Negra (Black Leg Bass). Aunque algún suspicaz pudiera apuntar que la forma se parece sospechosamente a las de los instrumentos tipo ‘pala de panadero’ tan característicos de esa marca británica cuyo nombre ha sido usurpado por la extrema derecha española, nada más lejos de la realidad. Como su propio nombre indica, el bajo Pata Negra, está inspirado en el divino muslo curado del cerdo ibérico, la joya de la gastronomía hispana. Como veréis es como un jamón con la pezuña extra larga.
Se trata de otro bajo de tres cuerdas, como el Picapiedra, pero algo menos loco. Esta vez tiene trastes, cuerpo pequeño, ligero y ultra ergonómico y mástil/diapasón plano y estrecho. A diferencia de los bajos Vox este es de escala normal. Está construido en madera de haya. Como todos mis proyectos de luthería friky está hecho a coste cero con materiales de desecho y reciclaje. En este caso el punto de partida han sido unas lamas de tarima de haya de buena calidad que algún desaprensivo (por no utilizar un calificativo malsonante), había dejado tiradas a modo de escombro en el monte. Esas lamas las fui cortando, encolando y lijando para hacer el mástil neck through (sin alma), y el cuerpo. El puente está hecho por mí con un trozo cortado de placa de rack con unas ‘selletas’ que son tornillos de Ikea con tuerca cilíndrica de los que se utilizan para ensamblar las estantería Willy. Cuerdas a través del cuerpo. La cejuela es de hueso natural tallada por mí. La electrónica es muy simple: una pastilla chinorri sin marca (supongo que mala), dos potes (volumen y tono), un jack y unos botones que tenía por casa.
Al igual que el bajo Picapiedra, éste me ha llevado bastante curro (sobre todo el tema de poner y nivelar los trastes), pero ha sido un trabajo gratificante. A mí me mola el resultado. Se que a la mayoría de los habitantes de la ciénaga los instrumentos pala de panadero les aberran bastante, pero a mí esa estética me encanta, A diferencia de los Vox, éste tiene un aspecto tosco y brutote. El bajo es super cómodo y ligero. A éste le he puesto un juego de cuerdas nuevas que tenía. El tacto es bueno y el sonido es aceptable, teniendo en cuenta la electrónica tan cutre que lleva.
En unos días subiré un post en la sección de luthiers-bricolage del foro, contando el proceso de construcción del bicho, que también ha sido bastante particular. A continuación os pongo unas foticos.










