Hoy he recuperado el bajo de casa de mi colega. Necesita un ajuste pero ya.
Eso sí... el reencuentro ha sido épico.
El bajo tiene las cicatrices de 10 años de uso. Marcas y golpes en el cuerpo, una zona del acabado desgastada , algunas partes del harware están perdiendo el acabado dorado... el logo Fender blanco de las pastillas ha desaparecido.. Va camino del acabado "relic".
Lo he enchufado a mi Hartke HA3500 comprado allá por 2001 y mis dos pantallas de la serie Transporter... he agarrado una púa Jim Dunlop Tortex Triangle de 1 mm (las azules) y he empezado a tocar... el tener las cuerdas echas caldo le daba un rollo viejuno, pero había algo que no me acababa de cuadrar. Al apagar el ecualizador del ampli (9 bandas) ponerle un poco de compresión (del mismo ampli) la cosa ha cambiado mucho. Con la eq del bajo plana y el balance de pastillas justo en el centro el sonido es simplemente glorioso con unos medios que suenan "cabreaos". Sólo con pasr de pua a dedos se convierte en un bajo completamente distinto. No he tenido que tocar ni un solo boton para que el bajo sonase exactamente como yo quería. No he tenido que usar el previo del bajo para nada.
Ahora recuerdo por qué me enamoré de él desde el principio : porque nunca tuve que pelearme con él para obtener un gran sonido.
He tocado todo el ensayo con el Fender y por unanimidad se ha convertido en el bajo "oficial" de Halloween (la banda de tributo a Helloween en la que toco).
Creo que mi G.A.S. bajinal está controlado por ahora.
