Lo primero, los precedentes: hasta mediados de 2010, me tiré los 2 años anteriores en esa idílica situación en la que tienes un empleo relativamente bien pagado, además vives en casa de tus padres y tienes un gas tremendo. Sí, lo admito, fue un una locura esos tiempos, en los que pasaron unos cuantos bajos cañón por mis manos; no la recomiendo pero tiene la parte buena de que llega un momento en que has probado tanto, que más o menos tienes en mente lo que quieres.
Mi última adquisición, a principios del año pasado, fue un MTD USA de 6 cuerdas de segunda mano, que literalmente cumplía (cumple, de hecho) prácticamente todos mis requerimientos y manías. Así que busqué uno de 5 cuerdas pero pasaron meses y no hubo forma, con lo que empecé a plantearme una idea que hacía tiempo se me pasaba por la cabeza: contactar con un luthier y hacerme un bajo a medida, que fuese el definitivo.
El motivo por el que contacté con JCR fue ni más ni menos que las excelentes referencias leídas en foros y la buena pinta de su trabajo. Hubo unas primeras tomas de contacto en verano, y me decidí a finales de agosto a dar el paso, cuando ya empezamos a concretar todo el proceso. Mi primera gran duda fue el diseño: pensé hacerme una réplica de MTD, pero me conozco que acabaría luego perdiéndome en comparaciones con el MTD original, así que me decidí por otra marca fetiche de tantos: Fodera. Me pasé unas semanas barruntando una réplica del Matt Garrison (singlecut) pero al final tiré por algo más convencional y no menos elegante: el Fodera Monarch.
Con Jaume, vía teléfono y mail, estuvimos en conversaciones durante aproximadamente dos meses. Pensaba yo que lo tenía todo muy claro en cuanto a maderas, dimensiones, electrónica, etc., pero no era así. Prácticamente cada componente él me aportó su punto de vista, desde las pastillas y el previo hasta el tamaño de los trastes. Le agradezco el detalle de que con muchos aspectos podría haber callado por ahorrarse tiempo, pero aun así se tomó la molestia de plantearme otras ideas, incluso en cosas que tenía yo en principio muy muy claras.
El resultado, tras dos meses, es esto (fotos con móvil, no muy allá, pinchar para hacer grande):

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-Cuerpo de caoba con tapa de arce
-Mástil atornillado de 35' y 5 cuerdas con diapasón de ébano de Macassar
-Puente y clavijeros hipshot
-Pastillas Nordstrand Big Singles y previo Mike Pope 3 bandas (activo/pasivo, 3 bandas + tono + killswtich)
-Rampa
Jaume tardó un mes exacto en hacerme el bajo, alargado en parte porque sobre el camino conseguí comprarle a un tipo el previo Mike Pope y entre envíos y demás, eso demoró el proceso una semanita más. Y ahora vamos con la review:
Construcción: en mi opinión, impecable. El bajo presenta un aspecto sobrio pero absolutamente elegante, me encanta. Curiosamente, era mucho más clarito cuando me llegó, recién acabado, ahora la madera de la tapa ha oscurecido un poco y queda precioso. El diseño es el del Monarch 5 cuerdas, pero con las medidas ajustadas según mis preferencias y los consejos de Jaume, tanto mástil como cuerpo están rebajados de tamaño (los Fodera 5 cuerdas son bajos grandotes). Por lo demás, el instrumento es robusto pero no pesado (no llega a 4 kilos) y los acabados están perfectos. Por poner un defecto: mientras hablamos sobre hacer el bajo, a Jaume y a mí se nos pasó lo del rebaje en la unión del mástil y cuerpo que sí llevan los Fodera, y ahora sí noto que me queda un pelín incómodo llegar al traste 24, nada serio.
Sonido: Honestamente, tiene la misma calidad que mi MTD y a la vez es un rollo muy distinto. Jaume ha conseguido un rollo Fodera muy interesante, pero con un punto menos definido y más envolvente que dan las Nordstrand (aunque he de admitir que me muero de curiosidad por saber cómo sonaría con unas EMG, Bartolini... jeje). Los armónicos saltan solos a lo largo del mástil y el equilibrio entre cuerdas es perfecto. El previo Pope es radicalmente transparente, y a la vez todo su rango, que es mucho, es perfectamente usable. El grave que da a tope es descomunal pero a la vez no emborrona, y los agudos lo mismo, preciosos pero nunca estridentes. De todas formas, el sonido en pasivo es precioso, lleno de matices. En directo el comportamiento de este bajo ha sido espectacular, y en estudio también.
Ergonomía: Sin comentarios. Bajo ligero, no cabecea absolutamente nada y el tacto es francamente agradable, acción muy baja y blandita. Era una de las cosas que más me preocupaba y le insistí mucho a Jaume, y no tengo queja en absoluto. Para dedos, slap, tapping... perfecto.
Atención al cliente: El trato con Jaume en mi caso ha sido excepcional antes, durante y después de tener el bajo, tanto por teléfono como vía mail, siempre muy atento y paciente a resolverme todas mis dudas. Una vez hecho el trabajo y pagado, se ha preocupado por las sensaciones que he ido teniendo, y hemos seguido hablando regularmente sobre las dudas que me han ido surgiendo, etc. Para mí, un lujo el trato personal.
Y eso es todo. Buscaba yo mi bajo definitivo y creo que lo he encontrado. Este instrumento está al nivel del MTD y a la vez se complementa de forma espectacular. Si tuviera pasta, mi siguiente paso habría sido un bajo igual a éste, pero singlecut y fretless, pero eso tendrá que esperar. La situación idílica que comentaba al principio se acabó al mismo tiempo que recibí este bajo, así que...
Bueno, y eso es todo. Dudas, comentarios, etc., pues aquí estoy
