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Puesta a punto de bajo Univox Hi-Flier (Vintage 70´s)

Con estas manitas, maestros artesanos o no, cada uno se hace sus apaños.
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SGT. BAKER
Me enrollé con mi luthier
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Registrado: 13 Dic 2018, 12:02
Ubicación: Barcelona

Puesta a punto de bajo Univox Hi-Flier (Vintage 70´s)

Mensaje por SGT. BAKER »

Hola a tod@s. Voy a estrenarme aquí con mi primer post. He de decir que también lo colgué en el foro Bajistas.org.

Ha caído en mis manos uno de estos inusuales ejemplares de la compañía estadounidense Univox, fabricados en la factoría japonesa de Matsumoku desde finales de los 60´s hasta mediados de la década de los 70´s, para hacerle una puesta a punto. Para los que no lo sepan se trata de un bajo de escala corta, concretamente de 30 pulgadas.

Parece ser que este instrumento pertenece a la fase dos de la compañía, periodo localizado en 1970, a juzgar por el tamaño más reducido de los inlays, el tipo de logo que aparece en la pala, las pastillas del tipo P-90, el golpeador de tres capas en lugar del perlado, y por cómo están distribuidos los controles de volumen, tono y selector de pastillas.

El bajo fue importado directamente desde los USA por su nuevo propietario, y se mantiene fiel salvo en algunos de sus componentes que han sido sustituidos, como son los afinadores Gotoh y el puente, por uno del tipo Fender con las selletas individuales y ranuradas para adecuar las cuerdas al ancho del mástil. Salvo esto todas las demás piezas son originales.


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La construcción tiene algunos puntos a favor como pueda ser el hecho de contar con un mástil laminado en tres piezas de arce, como bien puede apreciarse en la pala, para así garantizar la estabilidad frente a posibles torsiones, que no es el caso. El cuerpo diría que es de madera de aliso, y acabado en sunburst de tres tonos con golpeador blanco de tres capas. Advierto que el mástil ha sido calzado de manera aceptable. La acción está ajustada un tanto alta para mi gusto. Pero pese a ello el instrumento se deja tocar con bastante facilidad, incluso viniendo con cuerdas de entorchado plano. La pastilla del mástil entrega sonidos muy en la onda al Hofner 500/1 de Paul Mccartney, e incluso evoca a los Rickenbacker. La del puente apenas se percibe por entregar una señal muy débil, como ya se verá más adelante por qué.

El principal motivo por el que su nuevo dueño me confió su instrumento era, según sus propias palabras, que el pote de volumen hacía muchísimo ruido al girarlo y que no llegaba a funcionar del todo bien, ya que había una parte de su recorrido en la que no actuaba, pareciéndose más a una especie de interruptor. También me dijo que tenía carta blanca para actuar por si yo veía algo que no estuviera como debería. Y menos mal porque, posteriormente, fueron apareciendo una serie de cosas que era necesario subsanar.

La verdad es que el estado de conservación del bajo es que estaba muy desatendido por dejadez en muchos aspectos por su anterior dueño, no sólo a nivel estético sino también a nivel funcional. Prueba de ello la tenemos en el encordado; en la suciedad acumulada en el diapasón, en las selletas y base del puente, en el cuerpo y en el interior del potenciómetro de volumen; en la carencia y en la variedad en los distintos tipos y colores de la tornillería empleada para sujetar los cubre pastillas; y en la poca operatividad de la pastilla del puente debido a un anclaje muy deficitario, con tan sólo un tornillo, cuyo resultado era que se encontrase medio suelta y hundida en el cuerpo, sin posibilidad alguna de poderla acercar a las cuerdas.

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Comienzo por pegarle un vistazo al problema principal, que es el funcionamiento de la electrónica.

A la hora de retirar el golpeador me encuentro con que algunos tornillos hacen muy poca fuerza para roscar en la madera. Y al revisar la electrónica me encuentro con una agradable sorpresa. Toda la cavidad y el golpeador habían sido apantallados, con láminas de cobre, a fin de eliminar los consabidos ruidos de masa. Y aunque la verdad es que daba un buen resultado, lo cierto es que había un pequeño detalle que, el que fuera, había pasado por alto: el potenciómetro de volumen no estaba conectado a masa. Es tan sólo una suposición, pero tal vez unificando todas las masas no hubiera sido necesario realizar el apantallado de la cavidad.

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El potenciómetro de volumen presentaba mucha suciedad en el interior de la pista. De ahí, y como todos bien sabéis, que al girarlo rascase. Pero el problema no acababa ahí. Una vez eliminado todo resto de suciedad entendí lo que el dueño me quería decir. Era evidente que el recorrido no era gradual, concentrándose todo en el último tramo.

En sí, no es que el potenciómetro funcionase mal, sino que no funcionaba como al propietario le gustaría. Y esto tiene una explicación bien sencilla. Hemos de partir de la base que los potenciómetros pueden ser de dos tipos: lineales o logarítmicos. Y según sean de uno u otro tipo nos encontraremos con respuestas muy diferentes. En este caso, y para aclararlo de manera breve, un valor logarítmico lo apreciaremos como un aumento gradual y progresivo del volumen; mientras que un valor lineal nos ofrece una respuesta concentrada casi en el último tramo de su recorrido (o en el primero, según la conexión que hagamos). Ninguno es mejor que el otro. Simplemente son dos opciones bien distintas. Y en el caso que nos ocupa quedaba latente que el dueño simpatizaba más con un potenciómetro de volumen logarítmico que lineal.

La solución pasaba por sustituirlo, y ya de paso aprovecharía para conectar su chasis a masa, que a decir verdad no llegaría ni a crear ni a reducir ningún tipo de ruido.

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Acto seguido procedo a desencordar, (y aquí me percato que la cuarta cuerda entra muy justa en la cejuela, con lo cual aprovecho para pasar la lima y adecuar el surco de la cejuela al grosor de la cuerda), para poder trabajar libremente sobre el diapasón de palorrosa. Se eliminan los restos de suciedad adherida a la madera y a los trastes, para posteriormente proceder a hidratar la madera y abrillantar los trastes.

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Como cabía esperar, el diapasón, se hallaba realmente muy reseco. Fue necesario aplicar tres manos con aceite de limón para conseguir un estado óptimo de hidratación.

Puede parecer una tontería, pero éste es un punto muy a tener en cuenta, ya que un diapasón mal hidratado es más susceptible de agrietarse frente a los cambios de temperatura ambiental que otro que se encuentre hidratado correctamente. Así que conviene tenerlo muy presente para evitar futuros males mayores.

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También elimino la suciedad del cuerpo. A continuación le llega el turno a las selletas, a la base del puente, a los afinadores y a la placa de unión mástil-cuerpo, para posteriormente darles una fina película de aceite con objeto de prevenirlas frente a la oxidación y corrosión.

Lo próximo a solventar era el anclaje de la pastilla del puente. Tan sólo se sujetaba al marco de plástico de la pastilla por un tornillo cuya rosca distaba mucho de ser idéntica a la de los tornillos de la pastilla del mástil. A parte, la pieza metálica donde dicho tornillo debía anclarse tenía pasado el paso de rosca, por lo que forzosamente había que localizar otros tornillos similares al único que había. Una vez logrado se conseguía que la pastilla del puente sí que se pudiera subir y acercarla a las cuerdas a voluntad.

Para finalizar ya sólo faltaba uniformizar la tornillería de los cubre pastillas por unos del mismo tipo y color. Rematamos la jugada solucionando esos agujeros dados de sí en el cuerpo introduciendo unas finísimas tiras de arce sobrantes y encolándolas.
Ahora ya sí que el golpeador quedaba firmemente sujeto y sin holguras.

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Me aseguro que el pivote situado en el cutaway para el anclaje de la correa está correctamente apretado. El anclaje correspondiente al cuerpo ni lo toco, por formar parte de esa estética underground requerida por el propio dueño y que quiere dar. En cambio, sí que compruebo los tornillos de unión del mástil con el cuerpo, los correspondientes a la base del puente y de los afinadores. Lubrico el tornillo del alma y los surcos de la cejuela para posteriormente encordar el instrumento como es debido.

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A petición expresa de respetar el ajuste existente, referente a la curvatura del mástil y a la altura de las selletas del puente, lo que sí hago es comprobar y corregir el quintaje del instrumento; una simple operación que apenas me lleva unos minutos.

Ahora sí que ya presenta otro aspecto. Parece que haya rejuvenecido. Y el sonido de la pastilla del puente es toda una sorpresa por ofrecer nuevas posibilidades sonoras que antes estaban restringidas únicamente a la pastilla del mástil.

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Espero que os haya gustado.

Saludos!!
Ajustes, reparaciones y modificaciones de Bajos y Guitarras.
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SUGATA
Mucha marikona veo aquí...
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Ubicación: Madrid tirando pal centro

Re: Puesta a punto de bajo Univox Hi-Flier (Vintage 70´s)

Mensaje por SUGATA »

Solo un tema.......
PONLE UN PUTO GOLPEADOR NEGRO!!!!!!!
Todo el mundo sabe que con un golpeador negro, suena mejor y se folla más.
Hay un estudio de la universidad de Matachutes que lo confirma.....
Soy el hombre de las 1001 excusas.

No soy novato. Soy una edición limitada de un bajista a escala 1:28 sin abrir.
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